A finales del año pasado (2011) visité a mi amigo Cristian Servidio que vive en Ronda, un lugar precioso en mitad de la sierra. Estuvimos dando un paseo entre charlas, fotografías y vinos. La verdad es que lo organizamos con menos de 24 h de antelación ante un día libre 'imprevisto'. El resultado fue estupendo.
Visitamos la bodega de la Sangre. Allí realizamos una cata vertical de su vino tinto que lleva el nombre de la bodega.
Una cata vertical consiste en catar diferentes añadas de un mismo vino. Los vinos degustados eran de las añadas 2006, 2007 y 2008. En el 2006 llovió en exceso allí en Ronda, en el 2007 llovió abundantemente pero no tanto como el año anterior y el 2008 fue un año considerado normal climatológicamente hablando.
El vino era de las variedades Cabernet Sauvignon - Tempranillo y Merlot en proporciones para nosotros desconocidas. La diferencia entre los vinos era evidente. Según la bodega, la clasificación de los vinos era buena para 2006, muy buena para 2007 y excelente para 2008. Las condiciones de luz no eran las más adecuadas para evaluar los aspectos visuales. Solo podemos decir que el manto del 2008 era más intenso o lo que es lo mismo, que el color del vino del 2008 era más oscuro. En aquella penumbra no se podía distinguir si el rojo era cereza, o el menisco estaba teñido de violáceos. Bueno ... la copa sí se veía.
En la fase olfativa ... tuvimos que calentar la copa con las manos del frío que hacía. La verdad es que aunque el día era precioso hacía bastante frío y eso dificultaba un poco sacarle los aromas al vino.
En realidad sólo había un vino que beber y era el del 2008. La dirección de la bodega nos obsequió con un rico plato de chacinas de la sierra que hacían muy buena pareja con el vino. Tras la cata disfrutamos del agradable vino y del bonito patio antes de ir a comer.
Al parecer es una de las pocas bodegas de Ronda, si no la única, que conserva un local en el centro del pueblo en lo que sería una antigua bodega histórica. Es un reclamo turístico curioso de visitar. En la fotografía del patio se observa lo que sería el lugar donde los romanos prensaban la uva como primera parte del proceso de obtención del vino.
Al parecer las tierras de donde se coge la uva para la bodega son las que están justo al pasar el Puente Nuevo río Guadalevín abajo.
Al margen de la cata de vinos y del buen vino que degustamos en la comida con unas tapas magníficas, dimos un paseo muy agradable por Ronda. Visitamos la Parroquia de Santa María la Mayor, muy bonita por cierto, construida sobre la Mezquita de la Madina de la que se conserva algún resto. Allí conocí a Silvina, la hermana de Cristian: sinceramente encantadores.
De una manera casi imprevista surgió un día con todos los ingredientes para disfrutarlo intensamente: cultura, enología, gastronimía, turismo, fotografía y lo que es más importante, pasar un día con un buen amigo.
